Lima,
06 de junio de 2023
NO
MAS POBRES EN UN PAÍS RICO
Por
Antero Flores-Araoz
El ex presidente, Pedro Castillo Terrones,
desde cuando era candidato a dicho cargo, repetía y repetía como
estribillo “NO MÁS POBRES EN UN PAÍS RICO”.
El aludido
enunciado suena bien, como dicen algunos publicistas, es pegajoso,
incluso induce a creer que el gobierno, siéndolo de un país rico,
se ocupará de que no existan pobres o, por lo menos, que su número
se reduzca significativamente.
La frase a la que nos referimos,
por asociación de ideas, nos recuerda a otra, atribuida a don
Antonio Raimondi, que reza: “El Perú es un mendigo sentado en un
banco de oro”.
Sin embargo, muchos estimamos que la verdad es
otra, pues un país es rico, no solo porque tenga inmensidad de
recursos naturales, sino que ellos estén adecuadamente explotados,
que la explotación genere puestos de trabajo y elevación de nivel
de vida y, por supuesto, que contribuya a través de los impuestos al
sostenimiento del Estado para que este cumpla a cabalidad con sus
funciones.
En el Perú tenemos abundante recurso ictiológico,
pero ello no basta, hay que pescarlo con prudencia y evitando que el
mismo sea depredado. También tenemos importantes bosques, pero tiene
que haber un manejo forestal técnico, que impida la tala ilegal que
los agote. Igualmente tenemos hidrocarburos, pero siendo muy costosa
su extracción, se requiere del concurso de la actividad privada
responsable. Igual sucede con la minería, en que tenemos la
cordillera de los Andes que cruza el país de norte a sur, con tres
ramales llenos de mineral metálico y no metálico, que de nada ello
nos sirve si es que no se le extrae para su procesamiento y
comercialización, empero se le pone innumerables trabas y se deja
que algunas comunidades impidan las operaciones mineras.
Con el
agro sucede algo similar, pues gracias a los incentivos que se
dieron, ello propició la agroindustria de exportación, con
magníficos resultados, pero que sin embargo irresponsablemente se
derogaron, con los resultados que se verán más adelante.
Como
vemos, no basta tener los recursos, ellos tienen que ser explotados y
el resultado lógicamente será la reducción de la pobreza y la
elevación de los niveles de vida de la población, como ello ha
quedado demostrado en las últimas tres décadas, siendo una de las
razones de tal resultado, las regulaciones que garantizan las
inversiones contenidas en la Constitución de 1993, ésa misma que
sin causa lógica se quiere sustituir.
Adicionalmente a los
ingentes recursos naturales del Perú, por lo general el clima y los
microclimas son benignos, facilitando las tareas de los humanos para
la explotación de aquellos.
Si queremos que no haya pobres, en
lo que creo todos coincidimos, tenemos que facilitar las inversiones
que demandan puestos de trabajo y ellos bienestar. El Estado
tiene que hacer su tarea destrabando las inversiones y dando
educación y salud pública de excelencia, que hará posible la
igualdad de oportunidades, pero dejando al esfuerzo individual
alcanzar las metas deseables.